sábado, 24 de diciembre de 2016

¡CÓMO CONSEGUÍ ALARGAR LOS LAVADOS DE MI PELO! (Productos, rutina, trucos, peinados...)

¡Hola a todos! 

Felices fiestas antes que nada. Lo cierto es que estoy un poco saturada de los post sobre looks Navideños y maquillajes para Navidad igual que en Halloween estaba con los maquillajes y looks de Halloween, e igual que estaré cuando lleguen los maquillajes y looks para Nochevieja. El contenido del mundo Biuti en Internet (Blogs y Youtube) es un poco repetitivo cuando se acercan fechas señaladas, todo el mundo publica lo mismo. Así que siendo domingo y siendo día de Navidad, me niego a enseñaros maquillaje para Navidad, la ropa que me voy a poner en Navidad, o recetas de galletas que haré en Navidad. 

Os voy a hablar del pelo. Porque puedo, porque me da la gana y porque necesito ser de las pocas, al parecer, que hable de algo que no sean maquillajes de Navidad y Looks de Navidad. Empacho Navideño Biuti tengo, oigan.



Yo creía, jurado, que jamás iba a poder escribir una entrada hablando de cómo conseguí, finalmente, alargar los lavados de mi pelo, pero con paciencia y constancia, aquí estoy. Los que me conocen de toda la vida sabrán que mi pelo siempre ha sido lo más grasiento del universo, que para mí era una obligación lavarme el pelo todos los días (y si me lo lavaba por la mañana, por la noche ya estaba sucio), porque realmente se me ensuciaba en 12 horas. Esto me hacía sufrir en algunas situaciones en las que por falta de tiempo, no podía lavarme el pelo, pues sabía que al día siguiente iba a amanecer con la cabeza como si me hubiera aliñado el pelo con aceite de oliva. 

Yo sabía que lavarse el pelo tan a menudo era y es malísimo para el cuero cabelludo, para la piel y para el pelo en sí, y más si luego usas secador (yo lo hago), porque estás dejando la piel sin sus defensas naturales, la estás resecando con jabones y químicos y estás deshidratando el cabello día sí día también, sin dejar que se recupere. Esta falta de aceites naturales en el pelo provoca que tu piel genere más para compensar, para reequilibrar el estado de tu piel, así que cuanto más laves tu pelo, más graso se va a volver. Pero si soy sincera, mi pelo siempre ha estado muy sano y jamás he podido ver realmente esa resequedad en mi cabello por lavármelo en exceso, únicamente notaba la grasa excesiva por el lavado excesivo. Lo que me ha empujado a empezar a espaciar los lavados con los trucos que he seguido y que os voy a contar a continuación, ha sido simplemente mi horario. Cuando llego a casa muchos días no tengo tiempo que perder 15 minutos secándome el pelo, y para mí no es una opción dejármelo mojado porque luego me duele mucho la cabeza. He sido paciente, perseverante y constante y ahora me lavo el pelo un día sí, un día no, y estoy intentando llegar a lavármelo un día sí, dos días no, pero eso es algo que me va a llevar tiempo.

¿Cómo lo he conseguido?

En primer lugar, he empezado a llevar al trabajo el pelo recogido. Moño, coleta, trenza... El pelo fuera de la cara y lo más recogido posible: el pelo se me ensucia más si lo llevo cerca de la cara, pues tengo la piel con zonas algo grasas y al contacto con éstas, se engrasa más rápido; y recogido porque así evito tocármelo con las manos sucias y que el polvo del ambiente, el viento y la contaminación en general me ensucien el pelo. Esto último parece una tontería pero los días en los que lo llevo suelto me lo noto más sucio al final del día. Si estoy en casa y voy a estar en la cocina, también lo llevo recogido, porque aunque esto parezca también una tontería, el vapor de lo que cocinamos y los aceites de los fritos que hacemos, se evaporan y se pegan en nuestro pelo (además del olor, y ¿quién quiere que el pelo le huela a patata frita?). 

Además, cada día le doy la vuelta a la almohada para dormir cada noche de un lado de la misma. Esto seguramente sea una tontería soberana pero siento que me ayuda a que mi pelo se ensucie menos por la noche. Tampoco pierdo ná, ¿no?

Otra cosa que he hecho para ayudar a mi cabello a estar más limpio por más tiempo ha sido cambiar mi rutina de lavado empezando por mis champús: he sustituido mis champús por otros menos agresivos y que no provoquen que mi piel necesite "reequilibrar" nada, o al menos no tanto. Uso más de vez en cuando H&S, que es bastante fuerte, y para mi día a día, prefiero champús más suaves como el de Caléndula de Weleda, el de Aloe Vera de Urtekram (bio y vegano) o el de sin sulfatos Revloníssimo de Revlon. Tampoco me aplico en la ducha dos veces champú, cosa que antes hacía. Mi pelo en realidad no está tan sucio como para necesitar dos aplicaciones de champú: en lugar de hacer esto, me mojo bien el pelo con agua caliente, masajeo para retirar con agua la primera capa de polvo que mi pelo pueda tener, y a continuación aplico el champú que masajeo con la yema de los dedos y que luego aclaro más y mejor que antes (me tomo más tiempo porque un pelo bien aclarado, dura más tiempo limpio). La mascarilla y el acondicionador los he aplicado siempre de medios a puntas y sigo haciendo lo mismo, no he notado que éstos me engrasaran más el pelo y tampoco menos...lo que sí hago es lavarme el pelo bocabajo, para que no toquen las raíces al aclararlos. 

Aún así, hay algo que ha sido clave en mi evolución de mi pelolimpiopormástiempo, y ha sido el descubrimiento estelar del champú en seco. Este producto, que yo en concreto uso el original de Batiste, me ayuda a que mi pelo se vea con aspecto de limpio (de tacto no tanto pero como lo llevo recogido pues no me lo toco y no lo noto...) durante más tiempo y cuando empieza a aparecer esa grasita por la zona de las sienes y el flequillo. Ahora, yo he descubierto que me va mejor si lo uso de manera diferente a como se indica en el mismo bote de champú en seco, y es que en lugar de aplicarlo y cepillarlo enseguida, yo lo aplico y lo dejo actuar 10 minutos (mientras me maquillo o me visto), y luego lo limpio con una toalla seca de algodón, frotando bien las raíces como si me estuviera quitando la humedad de haberme lavado el pelo.

Entonces mi rutina de cabello entre lavados sería algo así:

Día 1: Lavado
Día 2: Cabello recogido + champú en seco si es necesario
Día 3: Lavado

También he observado que la alimentación también influye en la rapidez con la que se engrasa el pelo. Igual que la piel se engrasa más rápido y salen granos con una alimentación con grasas hidrogenadas, muchos fritos y bollería industrial, el pelo reacciona de manera similar, generando más grasa y ensuciándose más rápido. En mi caso siempre he cuidado bastante mi alimentación, pero por si no lo sabes, en septiembre hice un reto en el que me quitaba de la dieta el azúcar y las harinas refinadas, e intento mantener esa dieta lo más parecida posible, y he notado que en general, mi cuerpo y mi piel están mejor, y por ende, también mi pelo y mi cuero cabelludo. Si te interesa saber más sobre este reto, pincha aquí. 

Estoy intentando alargar un día más, llevando el pelo recogido sin champú en seco durante el día 2 y aplicando champú en seco el día 3 para poder lavarlo en el cuarto día, pero como es algo progresivo, creo que me va a llevar unos meses conseguir que mi pelo reduzca hasta ese punto la producción de grasa.

Por ahora, y mirando hacia atrás, puedo darme por satisfecha porque en la vida, jamás de los jamases, me habría imaginado yo acostándome un día sin lavarme el pelo y poder salir a la calle al día siguiente y ser persona normal. Ojalá a alguien este post le sea tan útil como me hubiera sido a mí años atrás, y ojalá alguien sienta la libertad y la felicidad de no ser más un esclavo del champú cada 24 horas.

Os mando un beso gigante, ¡Feliz Navidad a todos!

¡Muá!




No hay comentarios:

Publicar un comentario